La sacristía es el lugar destinado al custodio de los elementos litúrgicos y las vestimentas de los oficiantes. Este espacio era reservado a los estamentos más altos del cenobio.
En este espacio, el oficiante se cambiaba de ropa para la liturgia y guardaba los elementos que utilizaba en la misma.
La presencia de una fuente en la sacristía era algo común en los monasterios de orden cisterciense. El agua es limpieza, es pureza y creadora de vida.
Observamos en la primera estancia que la cubierta está rebajada, el vano izquierdo está cortado y las columnas que normalmente soportan la bóveda, están exentas y sobre ellas hay una bóveda de cañón rebajada.
Esto es debido a una reforma posterior para colocar la casa del guardés del Monasterio sobre esta estancia, teniendo acceso desde el exterior. Posee una pequeña ventana que se abre hacia la iglesia, sobre la puerta de acceso a la sacristía.