Durante el fin de semana del 3 y 4 de octubre se ha clausurado el programa “Entre Piedras y Lagares” coordinado por la Ruta del Vino Cigales en el que los arqueólogos Arturo Balado y Ana B. Martínez, de la Asociación Amigos de Palazuelos, han realizado una interesante conferencia-visita guiada sobre la importancia del “Monasterio de Santa María de Palazuelos y el origen del vino en la comarca de Cigales”. El auge y generalización de la viticultura en la comarca de Cigales, se produce en los siglos XII y XIII, y llegó de la mano de las necesidades litúrgicas de los monjes cistercienses de Palazuelos (primero en San Andrés de Valvení) y de los benedictinos cluniacenses de San Isidro de Dueñas.
Estos monjes que procedían de Francia, necesitaban para sus eucaristías vinos de calidad que honrasen a Dios, y en las zonas en las que se iban instalando por la península se encontraban con que, si bien las producciones vinícolas, generalizadas desde tiempos de los romanos, no habían desaparecido, la calidad de los vinos que producían, no cumplía las expectativas que ellos necesitaban.
En concreto los cistercienses, cuyo núcleo original estaba en Borgoña, en un principio importaban desde allí, los vinos para sus misas. Sin embargo con el paso del tiempo comenzaron a producir vino ellos mismos, introduciendo las técnicas que ya habían desarrollado en Francia. Experimentaron e introdujeron variedades de uva apropiadas para el clima, seleccionaron y descubrieron los terrenos y las orientaciones más apropiadas para producir vinos de calidad, generalizaron las prensas para extracción del mosto, etc. El resultado fue una producción de calidad, que además de para la misa, formaba parte de la dieta diaria de los monjes, y cuyos excedentes eran vendidos y muy apreciados. Palazuelos, que llegó a ser la Cabeza del Císter en Castilla, poseía varias casas en Valladolid, donde desde 1205, almacenaba y vendía sus vinos.
Y tanto estas variedades de uva, como las técnicas vitivinícolas nuevas, fueron trasmitidas a los campesinos cercanos al monasterio, comenzando así la producción de los vinos que ha dado fama a la comarca Cigales hasta la fecha. A ello ayudó el desarrollo de las ciudades del entorno (Valladolid y Palencia), durante la baja edad media (siglos XIV y XV), que generalizó su producción para el abastecimiento de estas urbes, habiéndose mantenido, con altos y con bajos, hasta nuestros días.
Los vinos de la actual Denominación de Origen de Cigales, son herederos de aquellas innovaciones y modos de producción, que trajeron a la comarca los monjes Bernardos de Santa María de Palazuelos.
Esta actividad está vinculada con la apuesta de la Ruta del Vino Cigales por vincular el enoturismo con la rica historia, patrimonio y cultura existente en sus localidades, en el que suman más de mil doscientas bodegas subterráneas. Este fue el objetivo de la conferencia impartida por Consuelo Escribano, arqueóloga de la Junta de Castilla y León impartida recientemente en el Bodegón El Ciervo de Cabezón de Pisuerga(ubicada en una bodega subterránea del siglo XVI) y organizado por Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de Valladolid.
La conferencia magistral trataba sobre la “Protección del Patrimonio del Vino” incidiendo en la importancia de la cultura del vino en los territorios históricos vitivinícolas y mostrando herramientas a realizar por parte de las Administraciones Públicas en colaboración con los propietarios privados. La importancia de contar con un inventario descriptivo de bodegas existentes, sensibilizar a la población de la importancia de mantener este patrimonio, especialmente en una localidad como Cabezón de Pisuerga, que llegó a tener hasta el 30% de su municipio de viñedos y posteriormente poderle dar una protección y un valor en forma de Museos o Centros de Interpretación. Todo ello aprovechando el trabajo turístico que realiza la Ruta del Vino Cigales para engarzarlo como un potente recurso más vinculado a lo existente.